Bendita
sea "América Latina",
cuna de grandes hombres cuyo
valor y gallardía es
inigualable. Raza hidalga llena
de aventuras colosales que son
ejemplos para toda las naciones
del mundo. Sus grandes dotes y
su legado se esparcen en el
horizonte de lo más alto de la
cima clamando a los cuatro
vientos su aportación en todos
los "reglones"
sociales, más aún en el
competente mundo de los deportes.
Su esplendor es un
cabalgar "sociológico"
masacrado y marginado que camina
de día y de noche en el corazón
de toda su gente humilde y
trabajadora.
Esta explosión deportiva trajo
consigo el esfuerzo de muchos
hombres que fueron capaces de
soportar una "burocracia
social" fundamentada en
unos "estereotipos"
cuantitativos
enmarcados en un cuadro de
"segregación" simultánea.
Cuando juntos
todos estos logros tenemos por
resultado una raza cimentada en
valor, respeto y admiración por
parte de unos "patanes
sociales" que tenían en
sus mentes un veneno amargo
arrastrado de generación en
genaración con un toque de
ignorancia fundamentada.
El
desarrollo consecuente de la
multitud latina se ve
fuertemente incrustada en un
pasatiempo llamado "béisbol"
en el cual sus roles escalaron
la muralla de la consistencia y
la productividad llegando a
donde otros no llegaron, al
corazón del pueblo latino.
Cuando se busca en el baúl de
los recuerdos encontramos
una gama de historias agradables
y sorprendentes datadas en
casos, cosas y curiosidades que
dieron a esta raza su más
sublime estampa.
Cada generación latina hizo su
aporte construyendo así, una
personalidad fuerte y
batalladora que ha recorrido
cada estación con un estandarte
de esfuerzo y consistencia.
Vamos amigos lectores a recorrer
las calles de la historia de
este deporte y como América
Latina se consagró para
construir su personalidad
deportiva.
Existen muchas versiones del
origen del "béisbol",
su capacidad se fue
transfiriendo y caminó de la
mano de la historia hasta llegar
a Norteamérica, sin embargo el
origen no es preciso de
determinar.
Lugares y épocas tan distantes
como "Egipto de los
Faraones" o la "Rusia
Zarista" son puntos logísticos
señalados como posibles cunas
del Señor Béisbol".
EVOLUCION DEL JUEGO
La evolución de este deporte
nace de unas variedades de
juegos similares o primos cuya
sangre era auténtica y
parecida. Desde el comienzo el
"Señor Béisbol",
llamado anteriormente "New
York Game", sentó un
precedente gigantesco como
cualquier tema de importancia
mundial. Su candidatura era de
modo simple engendrada por unos
atributos constituidos por la
fuerza de voluntad de los
grandes forjadores latinos.
En (1876) la Liga Nacional abrió
sus puertas y un cuarto de siglo
más tarde es decir en 1901, la
Liga Americana decía presente
en este espectáculo único y
apasionado.
Este deporte nacional
estadounidense se convirtió en
uno de los favoritos, abrigando
en su pecho una serie de eventos
de gran envergadura dentro de un
ambiente deportivo desprovisto
de una visión positiva y justa.
La presencia de peloteros
latinos en las Grandes Ligas es
de todos conocidas, a pesar de
verse afectados por unas
adversidades que se postraron en
el camino y fueron puestas de
moda por sectores incapaces
de entender su propio destino.
El sector latino no flaqueó y
se mantuvo a flote en la
superficie sociológica tejiendo
una historia enérgica
y llevando en sus espaldas un
bulto lleno de sacrificios
demostrando así una fuerza
dominante y arrolladora.
CUBA INICIA EL MOVIMIENTO EN
1866
El latinismo comienza su incursión
deportiva en las Grandes Ligas
cuando uno de sus precursores,
Estebán Bellán (jugador del
cuadro) es el primero en pisar
tierra prometida del circo
grande. Bellán participó con
la novena de New York Haymaker
en (1871). Hay un dato curioso
que data del (1864), Nemesio
Guilló regresa a Cuba después
de haber estudiado en Springhill
Collage en Mobil, Alabama
trayendo consigo entre sus
pertenencias un bate de béisbol
nunca antes visto en Cuba, un
rasgo tal vez importante en el
desarrollo de este deporte. Otra
nota curiosa que investigué
data del (1847), soldados
americanos que pelearon en
Jalapa, Mexico en sus ratos
libres jugaban una especie de
juego de pelota que contribuyó
a desatar la maraña de las
mutaciones de este deporte. A
groso modo
esta ventana histórica puede
conectar la línea de
transferencia de todo el perímetro
de América Latina en el
fuselaje de la versión oficial
de este pasatiempo.
LA APORTACION LATINA
Como la espuma, el sector latino
en las Grandes Ligas comenzó a
crecer con Rafael Almeida,
jugador cubano que debuta con
los Rojos del Cincinati, jugó
tres años, de (1911) a (1913) ,
bateando para 270 en 102
partidos, bateó (3)
cuadrangulares, 13 dobles y (6)
triples, con (46) carreras
impulsadas. Participó en las
Ligas Negras con el equipo All
Cubans en (1905), a pesar de ser
blanco. Armando Marzan (jugador
cubano), jugador díficil de
ponchar, ya que solamente se
abanicó (117) veces en (2,273)
turnos al bate. Jugó (8) años
y se le permitió jugar al igual
que Almeida en las Ligas Negras
a pesar de ser blanco.
Otro cubano que piso las Grandes
Ligas lo fue Miguel Angel González
(primer dirigente cubano y de
latinoamerica que dirigió una
novena de Grandes Ligas. Adolfo
Luque (cubano), lanzador de los
Gigantes de Nueva York, alias
"El Orgullo de la
Habana", derrotó a los
Senadores de Washington y se
convirtió en el primer ganador
latino de una Serie Mundial, el
primer latino en ganar (20)
juegos en una temporada, su récord
de por vida como lanzador es de
(194-179). En un partido con los
Gigantes de Nueva York Luque
salió corriendo del "dugout"
y se fajó con un montón
de peloteros del otro equipo que
le estaban gritando cosas, antes
de ser separado le rompio la
nariz de una trompada a Casey
Stangel. Luque era conocido
también por el mote de
"Papa Montero·.
Mike
Fornieles (lanzador cubano) de
los Senadores del Washington que
permitió un solo inatrapable en
su debut en Grandes Ligas, su récord
de por vida fue de (83-64) en
sus (12 años) en las Grandes
Ligas. Camilo Pacual (lanzador
cubano) (221 ponchetes en
(1961), Sandy Navas (cubano de
nacimiento habiéndose
trasladado a la cuidad de
California cuando era un bebe,
lo cierto fue que su padre escapó
de Cuba huyéndole al
"Servicio Militar
Obligatorio" y no tuvo
tiempo de inscribir a su hijo,
jugó para el Providence de la
Liga Nacional (1882-1884).
Merito
Acosta (jugador
cubano, jugó con los Senadores
del Wahington de (1913 a (1916),
realizó en Cuba una triple
matanza sin asistencia
en (1918). Jacinto Calvo (1918)
participó con los Senadores del
Washington, Alfredo "El
Pajaro" Cabrera (apareció
como torpedero, en un encuentro
de las Grandes Ligas en (1913).
Angel Aragón ( junto a su hijo
Jack que debutó en (1941), la
segunda combinación cubana, de
padres e hijos que actuó en el
gran circo. Manuel Cueto, debuta
con el San Luis de la Liga
Federal en (1912), Emilio
Palmero "El Rubio de
Guanabacoa", debutó en las
Ligas Mayores en (1915), con el
equipo Gigantes de Nueva York.
Joseíto Rodríguez (estuvo con
los Gigantes de Nueva York de la
Liga Nacional donde bateó al
son de (166). Eusebio González
(debutó en la liga mayor
con los Medias Rojas del Boston
donde vió acción en dos desafíos
solamente), Oscar Tuero (lanzó
para los Cardenales del San Luis
por tres años)., Tony Oliva,
uno de mis favoritos, nombrado
Novato del Año en el (1964) por
la Asociación de Escritores de
América, Guante de Oro como
jardinero, Zoilo Versalles (se
convirtió en el primer
latinoamericano en ser
"Jugador Más Valioso"
en el año (1965), Dagoberto
Campanaris (el 8 de septiembre
jugó las nueve posiciones en un
partido de béisbol), Atanasio
"Tany" Pérez (conectó
(349) cuadrangulares y (1,462)
carreras impulsadas con 1,535
ponches).
El empuje fue tan grande que la
sangre latinoamericana se empezó
a esparcir de una manera incandecente,
en el (1933) México hace su
aportación a las Grandes Ligas
cuando las "Medias"
Rojas del Boston contratan al
primer mexicano, Baldomero
"Mel" Almada quien
participa en siete temporadas,
estableciendo una marca el 25 de
julio del (1937) de carreras
anotadas en un doble juego con
un total de nueve. Como dato
histórico "Mel "Almada
tuvo la distinción de ser el único
latinoamericano en batearle de
cuadrangular al
"Bambino" Babe Ruth en
su último juego como lanzador
para los Yankees de Nueva York,
en octubre de (1933). Almada jugó
para el Boston, Washington, San
Luis Browns y Brooklyn donde
bateó para un promedio de (284)
de por vida. Su compatriota José
Luis "Chile" Gómez se
encargo de ser el segundo
mexicano en arribar a las
Mayores, actuó como torperdero
y intermedista con los Filis de
Filadelfia de la Liga Nacional
en (1935) conectando la pelotita
blanca al son de (230) en 67
partidos.
Al año siguiente participó en
(108) desafíos bateando esta
ves (232), su presentación
final se produjo seis años más
tarde en (1942), con los
Senadores del Washington en la
Liga Americana, apareciendo en
(23) partidos conectando para un
promedio bajo de (192). El
"Chile" Gómez fue un
jugador mas bien defensivo, una
nota histórica y prevaleciente
resulta el hecho de que los
Senadores de Washington lo
llamaron nuevamente en el (1946)
pero este fue uno de los 26
peloteros que fue a jugar a la
liga de los hermanos Pasquel y
abandonó el béisbol organizado
para probar fortuna en su béisbol
mexicano. Este caballero ingresó
al Salón de la Fama del Béisbol
Mexicano en el (1972), junto a
"Beto" Avila, "Melo"
Almada, Romo Chávez, Fray Nano,
Jorge Pasquel, Joshua Gibson y
Monte Irving.
Roberto"Beto"
Avila aterriza para el (1954),
primer latinoamericano en ganar
un título de bateo en las
Mayores, jugó del Cleveland y
participó en Serie Mundial y
Juego de Estrellas como segunda
base. Otros mexicanos que le han
dado lustre a la tierra Azteca
los son:
EDWIN
KAKO VAZQUEZ
ESCRITOR E HISTORIADOR DEPORTIvo