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"TÍRATE EN SLIDE"

por: Edwing Kako V.

PUERTO RICO

 

 

 

 

 

 

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Victor Pellot Power

 

 por: Edwing Kako V.

 

    "La mejor primera base del Universo"

Adentrando más y más en la historia del Béisbol de Puerto Rico encontramos a un niño nacido el 1 de noviembre de 1927, su nombre de pila Víctor Pellot o Vic Power como se le conoció en el mejor béisbol del mundo.

Cuando la cigueña llegó, Doña Maxímina la autora de sus días no sabía que este bebe "color chocolate" traía consigo una mascota de jugar primera base en sus manos.Allá en la Villa del Capitán Correa nadie se imaginaba que aquel niño se convertiría en un superdotado en el arte de defender el primer cojín.

Como todo niño fue creciendo, en su mente estaba la idea de aquel pasatiempo cuya personalidad se reflejaba imponentemente en su vida, tal vez destinada a brillar con un resplandor autosuficiente.

La escena se repetía día tras día en su vida, jugaba béisbol con los demás chicos al pie de una pieza de caña, cerca de la Central Cambalache, un estadio de pelota improvisado con mucho afán y esfuerzo en aquellos días en que las cosas se hacían díficil conseguirlas.

En el año 1947, época costumbrista de Puerto Rico, Víctor Pellot ingresa al Béisbol Profesional firmado por las manos mágica de Felo Delgado Márques e Idelfondo Solá Morales al equipo Criollos Embrujados del Caguas-Guayama, donde jugaban peloteros de gran renombre.

Con 17 años Víctor Pellot comenzó jugando esa temporada ejecutando con mucho candor su estilo único de atrapar bolas en la primera base, Don Pepe Seda que fungía como manager de éste equipo quedo tan impresionado que comentó: "DE QUÉ CIELO CAYO ESTE MUCHACHO. Tan fascinado que quedó con lo que sus ojos veían, que teniendo ya para ocupar la primera base al inmortal Perucho Cepeda y al veterano Sammy Céspedes, decidió sin pensarlo dos veces, poner al jovencito de Arecibo a jugar regular en la segunda base.

Ahora, amigos lectores, se preguntaran por que segunda base, si en realidad nunca la había jugado, sencillamente por sus manos privilegiadas y seguras. Tal fue el caso que el inolvidable Radamés López fue designado para enseñar al novatito algunos trucos y la mecánica que encierra el juego en la segunda base. Si vamos a los archivos encontramos que Víctor Pellot participó en más de 130 desafíos, como segunda base en las Grandes Ligas, jugó también en los bosques, en el siore y en tercera base. Un dato curioso nos relata como en el Juego de Estrellas de 1955, Pellot jugó en la tercera base para Casey Stengel con el Equipo de la Liga Americana.

Después de jugar la temporada 47-48 como novato en Puerto Rico, su madre lo obliga a que termine el cuarto año, graduándose entonces de la Escuela Gautier Benítez de Caguas. De ahí Quincy Trouppe lo lleva a jugar con el Canadá donde adquirió una mayor experiencia, en esta liga jugaban muchos peloteros que fueron castigados por el Béisbol Organizado por haber dado el salto a las Grandes Ligas Mexicana de Pasquel. Peloteros de gran clase y calidad como Sal Maglie, Hal Lanier, Danny Gardella, Roy Zimmerman, peloteros de color como, Claro Duanny, Terry McDuffy, Connie Johnson y Héctor Rodríguez entre otros.

Pellot no perdió tiempo y cada día mejoraba más y más al son de que bateó en Canadá para 339 terminando sub campeón bate, Dave Pope le ganó por un par de puntos. Al año siguiente "El Hombre Mágico de la Primera Base", empujó 105 carreras hacia el hogar y ganó el título de bateo con promedio de 334.

En la temporada de 1948-49 en Puerto Rico Víctor Pellot se adueña de la primera base y comienza a tejer su historia única e incomparable alrededor de un arte inconfundible y real.

Su estilo único de fildear con una sola mano  le daba un magnetismo especial contrario a otros que lo criticaban y hasta lo llamaban "hot dog" o "show boat" por coger la bola de esa manera.

"En una ocasión jugando para los Twins, Jack Kralick estaba tirando un no hitter y con dos outs en el noveno, batearon un bombo corto hacia el right field y observé que el guardabosque no le iba a llegar a la pelota, me viré y me fui detrás de la bola y logré alcanzarla, la mascotié como se dice en el argot deportivo, dándole un galletazo a la bola".

Los periodistas ya ustedes saben le cayeron encima indagando de que por que él hizo eso, si el partido era un no hitter, qué hubiera pasado si la bola se le hubeira caído. El asunto del mascotazo cedió cuando el propio lanzador Kralick le comentó a la prensa diciendo: para él, su no hitter estaba asegurado cuando vio salir la bola en dirección de primera base, dejen a Vic Power quieto, gracias a él logré la hazaña.

En realidad amigo, Pellot era un hombre que jugaba el béisbol con una felicidad plasmante y una contentura de cachete a cachete, muchos les molestaba su forma de ser tildandolo de vacilador y a veces incorregible.

Entre otras cosas su forma de vestir, de expresarse y de ser le ocasionó problemas. Era una época socialmente tambaleante que buscaba su propia identidad malogrando en muchas ocasiones los derechos de los hombres de color y más aún de los latinos. Fueron tiempos de una agrimensura mental escalonada que vertía su propio espíritu amparada en una fé de cronología propia, recostada y persuasiva esperando el momento de la igualdad.

Pellot sabía en donde estaba pisando, las minas del mal sabor estaban ahí listas a explotar sin pena nínguna para degradar a aquella raza hombres que habían entrado a este pasatiempo gracias a papá Jackie Robinson.

Vamos a entrar amigos a un incidente que se formó en una jira a la que Pellot fue invitado luego del Juego de Estrellas de la Triple A. Era una ciudad de esas  extremadamente "razistas", estaba dominada por los famosos "redsnecks", Pellot salió en su Cadillac convertible, color orquídea, el cual se lo había ganado. Iba acompañado de su novia, "ay mi santo", una rubia grandota de 5"9 (imagínense amigos lectores, era terrible este negrito), casi naaaaa, una modelo de profesión con un cuerpo despampanante a todo dar.... Como hacía calor la damita rubita mis amigos iba vestida con muy poca ropa pero como una princesa, por su parte el negrito no se quedaba atrás, tenía puestos unos Bermuda short blancos y una camisa amarilla de seda con florecitas rojas, verdes y violetas, unas sandalias marrón (ja,ja,ja,ja, te imagino Pellot, que "cuquero"), y unas medias rojas hasta las rodillas, unas buenas gafas de sol y un sombrero de Panamá, color crema.

Pellot siguió en ascenso en el béisbol, los Yankees compraron su contrato al equipo de Drumondville de la Liga Canadiense por  $7,500, supuestamente a él nadie le dijo nada del asunto, se enteró cuando Tom Greewade, el escucha que firmó a Mickey Mantle lo fue a  ver jugar sin avisarle nada e hizo un reporte sobre Pellot donde resaltaba que era un fenómeno en todo menos fildeando, pues esa vez hizo su primer error de esa temporada. En la transacción Pellot no recibió un centavo, aconsejado por Silvio García y Trouppe, se presenta donde el dueño del equipo, un francés y le dijo : " Es increíble, usted me ha vendido a mi como se vende el ganado, usted no me dado nada, pues se quedaran esperando en Nueva York". Para sorpresa de Pellot el francés se puso pálido, pero más tarde vino con una bolsa llena de dinero, Pellot pensó, Waoooo, me voy a hacer rico, que va amigos lectores eran billetes todos de a uno y otros canadienses, la cuenta total del dinero eran 500 dolares. Víctor Pellot se encaminaba a formar parte de uno de los equipos más tradicionales de las Grandes Ligas, los Yankees, entonces el muchacho de Arecibo fue asignado a Syracuse, de clasificación Triple "A", este equipo entrenaba en un pueblito llamado Plant City. Pero amigos la sorpresa fue más grande cuando Pellot terminó de practicar y se dirigió a una fuente a tomar agua, decía un letrero: "For White Players Only", el mismo letrero también había sido puesto en los baños , "Ay Mama". Pero el mismo tema de "racismo" andaba por todas partes, cuando los peloteros fueron a coger la guagua para ir al hotel, el encargado del equipo dijo: "White Players this Way". Todos los blancos salieron para la guagua y Pellot se tuvo que quedar, a los 15 minutos lo recogió un negrito en un taxi destartalado, al cual le sonaba todo menos la bocina. Pero lo bueno estaba por venir (embuste, mentira), el negrito que vino a buscar a Pellot tenía instrucciones de los Yankees de llevarlo a su "lujosa "residencia.

Pellot era increíble se las ingeniaba para salir de los aprietos, en otra ocasión tuvo un incidente con el viejo Casey Stengel, vamos al mambo, se los voy a contar, cómo les gusta el bochinche ahhhhh?, una de esas tardes oscuras de otoño, en la cual la sombra del imponente Yankee Staduim le tapa la cara al lanzador y se le hace bien díficil al bateador poder ver bien la bola, estando Pellot al bate con dos hombres en base, sacó a Whitey Ford y puso a Ryne Duren, que era medio descontrolado, pero tenía una recta a milllll. Pellot estaba esperando que Duren calentara, tiró dos o tres lanzamientos completamente descontrolados por encima de la cabeza del receptor y del árbitro, antes de hacerle el primer lanzamiento a Pellot, se quitó los espejuelos que eran de esos para ciegos, sacó el pañuelo y empezó a limpiarlos, mientras todo eso ocurría, del banco de los Yankees lo que se oía eran carcajadas. El primer lanzamiento fue una recta a mil millas por hora que le zumbó detrás de la oreja a Pellot

El mismo Casey Stengel argumentó en una ocasión que los Yankees nunca debieron haber vendido a Pellot, sin embargo, fue George Weiss el gerente general, el que ofendió a Pellot cuando dijo a los periodistas que los Yankees tendrían un pelotero negro algún día, pero "tenía" que ser decente. Este insulto trajo consigo repercusiones, los boricuas y los negros de Harlem piquetearon al frente del estadio por buen tiempo, los periodistas de Nueva York tildaron de racista a los Yankees. Anteriormente los Yankees mantuvieron en las menores a Pellot por mucho tiempo a pesar de las grandes temporadas que el muchacho boricua había tenido, se había hecho la misma crítica en cuanto al problema de que si era por racismo que no lo habían subido al equipo mayor. Pero las cartas ya estaban echadas y cambiaron a Pellot a los Atleticos de Filadelfia por un montón de peloteros y la prensa le cayó encima de nuevo al negrero George Weiss.

No era fácil la tarea impuesta por la vida a Víctor Pellot, aquellos días fueron una gran escuela para este Señor que no se dio por vencido y aceptó sus primeros pasos en el béisbol del norte.

Acá entre nosotros amigo lector creo que el haber subido con los Atléticos de Filadelfia puso de manifiesto el plan travieso y malévolo de los Yankees para el boricua. Para esa fecha los Yankees exilaron a Pellot, tenían jugando en primera base al mediocre y aventajado Joe Collins, ya los Yankees no podían inventar cosas para mantener en las menores a un buen pelotero que lo había probado todo. Acercándose rápidamente el día de apertrura del campo de entrenamiemto de primavera, los Yankees, antes de permitir que Pellot se pusiera la legendaria camisa blanca de rayas negras, prefirieron obsequiárselo al equipo peor del béisbol, el equipo que menos daño le pudiera hacer a ellos durante la temporada.

Pues miren amigos lectores, resulta que allá en Filadelfia lo recibieron muy bien, Connie Mack, dando a cambio casi todo su maltrecho equipo, el cual juntándolos a todos no hacían la mitad de un Vic Power. Al año siguiente Mack casi quiebra, vendió la franquicia, pasando los Atléticos a Kansas City, lugar donde Pellot demostró sus kilates, proclamándose subcampeón bate con un robusto promedio de 319.

Víctor Pellot si que tiene tela para cortar, les llevare a otro acontecimiento y anécdota de este caballero, con gente en base Pellot fingía que iba a coger un bombo y mientrsa la bola estaba en el aire, miraba de reojo a ver qué estaban haciendo los corredores, si los veía moviéndose, dejaba picar la bola y lo que era un out seguro se convertía en doble matanza. Eso lo hizo muchas veces hasta el punto que una noche se formó un tumulto en en juego en Boston. Poco tiempo después los magnates del béisbol añadieron la nueva regla, la del "infield fly rule", que se podría llamar de Vic Power Rule.

En otro caso Vic Power fue también responsable de que cambiara la regla que requiere que el receptor se ponga de pie al margen del cajón  para recibir los lances para la base por bolas intencional, pero ciertamente es el "sospechoso" de la faena, pues en repetidas ocasiones se vió batear la bola mientras lo embasaban intencional. En la Serie del Caribe de 1954 en el Sixto Escobar, Pellot lo hizo metiendo un imparable, anotando Canena Márques desde segunda, dándole la victoria al Caguas-Guayama, campeón de Puerto Rico y de esa Serie del Caribe.

Pellot tenía una habilidad natural y su dominio completo del juego lo demostró en una de las jugadas más extraordinarias que se ha dado en las Grandes Ligas y de la cual todavía se habla de ella y lo más probable es que no se vuelva a repetir. El 18 de agosto de 1958, vistiendo la franela de los Indios de Cleveland en un juego contra Detriot, en el octavo episodio Pellot conectó de imparable impulsador de la carrera que le dio ventaja de 8 a 7 a los Indios. entre una cosa y otra Víctor llegó hasta tercera base. Lanzaba Bill Fischer y estando al bate Oreste Miñoso, Pellot sorprendió a todo el mundo, robándose el home ante el asombro de todos, el estadio se quería caer.

Los Tigres empataron el juego en el noveno. En el décimo, Pellot metió su tercer hit de la noche y llegó eventualmente hasta la tercera base cuando se llenaron los sacos. Lanzaba ahora Frank Lary, el astro derecho de los Tigres y al bate Rocky Colavito, el Sammy Sosa de los jonroneros de aquellos tiempos y quien había conectado sus jonrones 25 y 26 esa misma noche. Entre los Tigres y los Indios no existía mucho amor por la guerra de bolazos en la cual se habían enfrascado durante toda la temporada, habiendo sido Vic Power el objeto de muchos de éstos. Estando Pellot en la tecera base, hizo el aguaje de robarse el home al primer lanzamiento de Larry. El temperamental Leo Dorocher (El Labio) era coach de Detriot y desde el banco gritó: "No te preocupes por ese mono viudo, él sólo está tratando de descontrolarte". Un furioso Pellot le contesto:"Viejo cab......, ya se por qué Laraine Day se divorció  de usted". Laraine Day, ex esposa de Durocher, era una artista de cine muy famosa en aquel tiempo.

Con el conteo en 2 bolas y 1 strike Pellot hizo nuevamente aguaje que se iba para home, pero esta vez ni el mismo diablo lo detenía; se deslizo al lado, tocando el home con la punta del pie a la vez que esquivaba la trocha de Charlie Lau; con el grito grandioso de "seeeeeeeiiiiiiiffffffffff" del árbitro, entraba Pellot a las páginas de la historia y en la poltrona de los inmortales. El estadio se quería caer, los Indios ganaron su juego rompiendo una racha de cinco derrotas. Desde el 1927 nadie había logrado robarse el home dos veces en el mismo partido, ni mucho menos en esas circunstancias.

Entre sus logros esta el ser seleccionado para 7 Juegos de Estrellas, se ganó consecutivamente siete Guentes de oro, jugando para los Atléticos de Kansas City, los Indios de Cleveland y los Gemelos del Minnesota. Posee la marca de Grandes Ligas de haber hecho una o más asistencias en 16 juegos consecutivos. Comparte el récord de haber hecho dos dobles jugadas sin asitencia en el mismo juego, comparte la marca de más años, 6, siendo lider en asistencias, fue también líder en múltiples ocasiones, tanto de promedio como de fildeo, de put-outs y de dobles jugadas. Comparte la marca de más dobles jugadas en un juego, tres, iniciadas por un primera base y terminó su carrera de 12 años en las Mayores con un promedio de bateo de 284.

Otro dato curioso en la carrera de Victor Pellot es su vista, se ponchó en 247 ocasiones a lo largo de su carrera en 6,046 turnos al bate, lo que significa que por cada cien turnos al bate, se estrucaba sólo cuatro veces.

Amigos, ese fue el gran Victor Pellot Power "CONOCIDO COMO LA MEJOR PRIMERA BASE DEL UNIVERSO".


  

 

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