________________________
PÁGINAS
ESPECIALES
____________________________
ANÉCDOTAS
EN RADIO
COCO
___________________________
INFOPLEASE.COM
_____________________
ESPERANDO
LA PELOTA
_____________________
WEB
DE EDUARDO
MONTILLA
___________________________
BEISBOL
PROFESIONAL
DE
ARGENTINA
____________________________
PASANDO
LA BOLA
_____________________
JONRON.COM
____________________
BATEO.COM
____________________
LLIGAS
MENORES
LINKS
___________________________
ES
MAS
beisbol
_____________________________
ÚLTIMA
HORA
INTERACTIVA
____________________________
ANÓTALA.COM
______________________
LA
CUEVA
DEL
BEISBOL
____________________________
LEÓN
4
FOR
EVER
_________________
PURO
BEISBOL
__________________
VENEZUELA
BEISBOLERA
_______________________
SALÓN
DE LA FAMA
MÉXICO
______________________________
ESCUELA
DE BEISBOL
TEODORO
GUBAIRA
______________________________
|
[PRINCIPAL] (LAS
GRANDES LIGAS) (HOUSTON
CHRONICLE)
(SPORTS YAHOO)
(FOX SPORTS)
(ESPN)
(MLB) (SPORTING
NEWS)
(USA
TODAY)
(BEISBOL AMERICA) |
¿Recuerdan
a Bob Gibson?...
por:
Edgard Tejerino
|
Más
que un pitcher, Bob Gibson era un dinosaurio. El caso
insólito del lanzador capaz de iniciar juego cada
tres días y mantener un ritmo triunfal impresionante.
Bob Gibson era para al béisbol actual, algo inusual.
Un modelo de pasado, de la era de los grandes héroes
del diamante. Para hallar un punto de comparación, es
necesario remontarse a los comienzos del siglo.
Gibson se retiró de béisbol con un promedio de
estrella y el reconocimiento de la mayoría de los
entendidos, como el pitcher más consistente de los últimos
tiempos. Sus marcas en las Grandes Ligas, son timbres
de orgullo y su carrera exuberante en hazañas.
Gibson fue para los Cardenales, una especie de hombre
de hierro. |
El
espigado tirador moreno de la recta espeluznante, el
cambio desconcertarte y el control absoluto, condujo a
los Pájaros Rojos a la conquista de dos serie
mundiales, y por poco logra la tripleta si no es que
un inspirado Mickey Lolich lo venció por 4-1 en el
juego decisivo de la serie de 1968. Antes de ese
partido, Gibson había eslabonado una cadena de 7
victorias consecutivas en serie mundial, lo que
representa un récord en los clásicos de Octubre.
Bob nació en Omaha, Nebraska, el 9 de noviembre de
1935, tres meses después de haber fallecido su padre.
Fue el último de siete hijos y con el correr de los años,
el más famoso de todos.
Practicó béisbol, baloncesto y atletismo, llegado a
destacar en los tres deportes después de haber sido
un niño enfermizo. Se convirtió en profesional
firmando para el equipo Omaha de la organización de
los cardenales y Johnny Keane trabajó arduamente con
él en sus primeros años.
En 1959 fue ascendido al equipo grande y en el primer
juego que abrió blanqueó a los Rojo de Cincinnati
por 1-0. No se podía esperar un mejor debut; sin
embargo, Bob no logró consolidarse y por espacio de
dos años, estuvo deambulando entre las mayores y las
menores. El gran problema era su control. Tiraba con
gran potencia pero sin puntería y su temperamento era
otro factor en contra de indudable significación.
En 1961, comenzó realmente la fulgurante carrera de
Bob Gibson en las mayores, con el nombramiento de
Keane como manager de los Cardenales. Ese año, Bob
registró un balance de 13 victorias y 12 derrotas,
pese a su alarmante descontrol que seguía siendo un
gran problema. Encabezó la Liga Nacional en
transferencias con un gran total de 119. Fue su primer
liderato en la carpa grande.
En 1962, logró mejorar su puntería y comenzó a
causar estragos con su velocidad endemoniada. Ponchó
a 208 enemigos y ganó 15 juegos, convirtiéndose en
una de las grandes cartas del staff de los Cardenales,
que en ese tiempo integraban Larry Jackson, Curt
Simons, Ray Sadecki, Bobby Shantz, Ernie Borglio y
Lindy McDniel.
En 1963 ganó 18 juegos y perdió 9 con 20 ponchados y
en 1964, cuando los Cardenales ganaron el gallardete
de la Liga Nacional, terminó con registro de 19-12 y
245 ponches.
En la serie mundial frente a los Yanquis, la última
de los bombarderos, fue el héroe al ganar el quinto y
el séptimo juego. En ese último y decisivo juego,
Mickey Mantle le conectó su jonrón 18 en Serie
Mundial, marca que parece imbatible. Gibson por su
parte también implantó nueva marca de ponches en un
clásico de octubre, dejando a 31 bateadores
newyorquinos con ganas de pegarle a la píldora.
La consagración de Gibson llegó en los años de 1967
y 1968, cuando San Luis ganó en forma sucesiva el título
del viejo circuito. En la serie mundial de 1967, se
combinó a la perfección con Lou Brock para que los
Cardenales se coronaran venciendo al Boston en 7
juegos. Brock bateó para 414 y fildeó y corrió de
maravilla en tanto Gibson ganaba tres juegos por 2-1,
6-0 y 7-2 sepultando a los pati-rojos.
En 1968, Gibson realizó la proeza de registrar un
increíble promedio de carreras limpias de apenas 1.12
en 305 entradas. Nunca antes un lanzador había
logrado una campaña tan sensacional. Ni siquiera en
la época de la bola muerta, existió un tirador capaz
de alcanzar un porcentaje de efectividad tan
extraordinario.
Su balance de ganados y perdidos en ese año fue de
22-9 con 268 ponchados y apenas 69 bases por bolas.
Ningún pitcher ha sido tan peligroso con una bola en
sus manos, como aquel Gibson de 1968.
En la serie mundial contra los Tigres de Detroit,
Gibson derrotó al "as" Denny McLain por 4-9
y 10-1 en el primero y cuarto juegos. Ese mismo año,
McLain había causado sensación llegando a acumular
nada menos que 31 victorias, algo que no ocurría
desde 1934. Con esas dos victorias, Gibson llegó a
totalizar un total de 7 juegos completos y 7 victorias
en fila, lo que es un record en serie mundial, así
como también constituyen un record sus 17 ponches del
primer juego en nueve entradas.
En le séptimo y decisivo juego de la serie, Gibson
fue derrotado por el zurdo Mickey Lolich en un
formidable duelo. La anotación se mantuvo empatada a
cero carreras durante las primeras seis entradas pero
los Tigres asaltaron a Gibson con tres carreras en el
séptimo decidiendo el partido que terminó 4-1.
Bob Gibson ganó el premio Cy Young en las temporadas
de 1968 y 1970. En este último año, Gibson registró
su mayor total de victoria con 23 contra sólo 7
derrotas y ponchó a 274 adversarios. Lanzó un no hit
no run frente a los Piratas de Pittsburgh el 14 de
agosto de 1971, cuando los Cardenales se impusieron
por 11-0 y al momento de retirarse, era de los pocos
lanzadores que han rebasado la marca de los 3,000
ponches. |
|
|