Una bomba de tiempo que puede estar
alojada en tu cuerpo
por Dra Maritza Fuentes
El
mundo del béisbol aun no se repone de la repentina y sorpresiva muerte,
el año pasado del lanzador de los Cardinales de San Luis, Darryl
Kile. La autopsia realizada a Darryl dos días después reveló, como
posible causa, una obstrucción en una arteria del corazón, una condición
conocida como arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias. En la
arteriosclerosis las arterias se estrechan y en ocasiones se tupen
producto de depósitos de sustancias grasosas, calcio y placas, que
pueden conducir a un ataque cardiaco. En el caso de Darryl Kile el
examen forense no reveló evidencia de un ataque cardiaco, sin embargo,
personas con bloqueos severos de las arterias pueden morir producto de
una arritmia cardiaca sin signos previos de la enfermedad.
Podría pensarse que, en un atleta de alto rendimiento como era Kile, los
chequeos médicos deben ser parte rutinaria dentro del control físico de
todos los integrantes del equipo, y así es. Pero, dicen especialistas,
exámenes como el ECG, que miden la actividad eléctrica en el corazón, no
necesariamente descubren cuando las arterias están severamente
bloqueadas. Además, varios tipos de arritmia cardiaca potencialmente
fatales, también pasan inadvertidas. Un aspecto fundamental, y que puede
haber dado al traste con la muerte del lanzador es el hecho de que, a
pesar de que su padre había muerto de una enfermedad relacionada con el
corazón antes de cumplir los cincuenta años, su hijo jamás se sometió a
chequeos profundos para detectar problemas potenciales.
En un número elevado de padecimientos y condiciones, el aspecto
hereditario es fundamental, este último definitivamente no es la
excepción, y por supuesto ocupa el primer lugar en la lista de factores
de riesgo a tener en cuenta para prevenir un evento fatal, que son:
• Antecedentes de enfermedades del corazón en la familia o muerte
repentina inexplicable
• El hábito de fumar
• Diabetes
• Altos niveles de colesterol
• Hipertensión arterial
• Obesidad o sobrepeso
• Sedentarismo
• Edad avanzada, especialmente hombres sobre los 45 y mujeres sobre los
55
Es solo cuestión de estar prevenidos. Si usted reúne varios de estos
factores de riesgo, un estrés test a tiempo, cuando llegue a los 30
años, puede servir de guía para tomar medidas posteriores. Si se
identifica el problema, un programa de tratamiento puede ayudar a
reducir el riesgo de problemas relacionados con el corazón a través de
medicamentos, ejercicios, bajar de peso y un seguimiento regular con el
médico. Por supuesto, quienes llevan un estilo de vida sano, entiéndase
dieta balanceada, ejercicios físicos rutinarios y una barrera lo más
sólida posible contra el estrés, ya de hecho están contribuyendo
inteligentemente a impedir que el pulso de nuestro corazón, no se
convierta en el conteo regresivo, de esa potencial bomba de tiempo, que
todos llevamos dentro.
TOMADO DE LA WEB
NETMÍOHEALTH