El Mito de las
Cuevas
En todo el territorio
venezolano, los indígenas de las diferentes tribus compartían la creencia de
que eran las cuevas los pasadizos hacia el más allá. Cuando alguien de la tribu
moría, se hacía una especie de ceremonia a la entrada de la caverna. Si no se
escuchaba ningún ruido durante el rito, se daba por entendido que el alma del
difunto había pasado sin problemas al otro mundo. En cambio, si se escuchaban
ruidos se suponía que el espíritu del familiar o amigo muerto estaba siendo
enjuiciado y castigado por sus faltas cometidas en esta vida. Muchas veces se
escuchaban esos ruidos, debido a los animales que habitan en las cuevas. Por esto
los murciélagos y demás animales nocturnos alados eran considerados como los
transportadores de las almas.