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Ted Willians

Nunca será recordado por su fildeo, por sus tiros, por su corrido o por liderazgo; sin embargo, con cualquier patrón por el que se mida, Ted Williams es el más grande bateador de esta era y quizás de todos los tiempos.

A pesar de haber perdido cinco temporadas en el servicio militar, el “Splendid Splinter”, mantiene marcas por más años consecutivos encabezando la liga en carreras anotadas (cinco) y bases por bolas (seis) y por carreras (.483). Ganó también cuatro coronas de jonrones, seis títulos de bateo; encabezó la LA en “slugging” (bases alcanzadas con sus batazos) nueve veces, y terminó su carrera con un promedio de bateo de .334 y 521 jonrones. Al concluir los años 50, The Sporting News lo declaró el “Jugador de la Década”.

Ted Williams es el último bateador que ha terminado una temporada con un promedio superior a .400.

Tenía sin duda el mejor ojo de bateo en toda la Liga Americana, al encabezarla por seis temporadas.

Ganó la triple corona en 1942 y en 1947 y dos veces fue nombrado jugador más valioso de la liga, a pesar de perder tres temporadas completas a causa de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Corea.

Williams se inició con los Padres de San Diego de la Liga de la Costa del Pacífico en 1936. En 1938 ganó la Triple Corona en Minneapolis y se convirtió en el jardinero derecho regular de los Medias Rojas en 1939, desplazándose al izquierdo más tarde. Impuso el récord de carreras impulsadas para un novato (145) para liderar la LA, En 1941, su jonrón de tres carreras después de dos outs frente a Claude Passeau conquistó el Juego de las Estrellas y culminó el año con un promedio de bateo de .406. Pudo haber defendido su promedio de .400 el último día quedándose en el banco, pero decidió jugar los dos juegos del doble, en los que conectó de 8 – 6. Se convirtió en el último jugador en alcanzar el número mágico de los .400, y ha sido el único desde 1930.

Después de conquistar la Triple Corona en 1942, el “Thumper” (Apabullador) jugó para el Tío Sam de 1943 hasta 1945. Regresó al estrellato en el Juego de Estrellas de 1946, cuando conectó dos jonrones y dos sencillos, lideró la liga en carreras anotadas y porcentaje de “slugging”; ayudó a los Medias Rojas a ganar el banderín y fue elegido JMV. Ganó su segunda Triple Corona en 1947. En 1949 encabezó la liga en jonrones (43) y carreras notadas (159), hit .343, y fue nombrado JMV por segunda vez.

A los 34, voló 39 misiones de combate con los “Marines” en Corea y regresó a finales de 1953 para batear .407 con 13 jonrones en 37 juegos. Tuvo una de las mejores temporadas a los 39 años en 1957, cuando bateó .388, para ser el jugador más viejo que ha encabezado una liga en bateo. Para demostrar que no era algo fortuito, volvió a liderar la liga en 1958, al batear .328 y terminó su carrera a los 42, con .316 de promedio, 29 jonrones, incluyendo uno en su último viaje al cajón de bateo

Williams tuvo un promedio en su carrera de .344 y conectó 521 home runs. Se ponchó en tan solo 709 ocasiones en 7,700. Joe DiMaggio dijo alguna vez "Nunca he visto a un bateador tan bueno como Ted Williams".

Un gran pelotero, complicado para la prensa, pero más aún para el pitcheo enemigo... Williams era un bateador de toda la zona, capaz de mantener su hits en el sector derecho superando todo tipo de estrategias defensivas.

Williams se retiró del deporte como un perfeccionista del béisbol... Se despidió con un jonrón en su último turno, el 521, y un promedio de estrella en vigencia.

En su último año en las mayores - todavía lejos del ocaso- Williams bateó para .316 en 113 juegos con 29 jonrones. Su promedio de por vida fue de .344 en 7706 veces al bate y logró 521 jonrones, pese a perder en el ejército casi 5 años de su carrera cuando se encontraba en la plenitud de sus facultades.

Sus marcas en las Grandes Ligas son timbres de orgullo. Su existencia rica en polémica y su carrera exuberante en hazañas. En Ted Williams usted encuentra la síntesis perfecta de potencia, sensibilidad y destreza.

Sin embargo, pese a su fabulosa clase de bateador nato, Williams alcanzó mayor fama por su temperamento irascible. Se ganó el repudio de los cronistas y de muchos fanáticos por sus reacciones explosivas, y manifestó reiteradamente que eso le tenía sin cuidado: "Mis actuaciones los obligaran a hablar bien de mí, lo quieran o no".

El rencor de los periodistas deportivos por su actitud llegó al extremo de que, en las temporadas de 1941 y 1957, a pesar de haber bateado para averages de .406 y .388 con 37 y 38 jonrones, no le fue concedido el título de jugador más valioso de la Liga Americana.

Williams era un hombre de un coraje extraordinario. En 1954, al llegar el primer día de entrenamiento, luego de pasar dos años en Corea, sufrió la fractura de la clavícula al caer al suelo. Se le tuvo que insertar un clavo de acero de diez pulgadas para mantener en posición el hombro derecho y con todo y eso, Williams bateo para .345, no obteniendo el liderato de bateo por un tecnicismo.

Antes de celebrarse el último programa de 1941, Williams tenía un promedio ofensivo de .3996, prácticamente .400 y muchos pensaban que no aparecería en el line-up para preservar el promedio increíble.

El mejor tributo a la habilidad ofensiva de Ted está registrado en los records que dejó impresos. Fue en 1946 y 1949 el pelotero más valioso de la Liga Americana. Nadie sabe hasta dónde hubiera llegado si su carrera no se hubiera visto interrumpida dos veces, por largos períodos en el servicio militar. Fueron 5 temporadas que se vio esfumarse el gran toletero.

Un gran pelotero, complicado para la prensa, pero más aún para el pitcheo enemigo... Williams era un bateador de toda la zona, capaz de mantener su hits en el sector derecho superando todo tipo de estrategias defensivas.

Ingresó en el Salón de la Fama en 1966.

Williams conocido por su carácter solitario, era feliz volando un avión o pescando en un río poco frecuentado, estuvo durante 19 temporadas con los Media Rojas de Boston y guardó su intimidad con tanta intensidad como jugaba al béisbol.

Tras su retiro como jugador de béisbol, cambió y escribió libros acerca de la pesca, inauguró un museo, permitió que su nombre fuera utilizado para nombrar escuelas y canchas de béisbol en su honor, hizo lanzamientos de inauguración de temporada y firmó autógrafos.

A sus 80 años, Ted Williams apareció en el Fenway Park para hacer el lanzamiento de la primera bola, ayudado por Tony Gwynn y fue la figura más aclamada en la ceremonia previa al encuentro.

Ted saludando al público

Y el 12 de mayo e 1991 saludó con su gorra al público de Fenway Park, algo que nunca había hecho. Williams, quien no acostumbraba agradecer los aplausos del público en su época como pelotero, se quitó la gorra cuando escuchó la primera ovación de la multitud.

Asimismo, fue un recaudador sin descanso del Jimmy Fund, una organización de beneficencia de Boston de ayuda a niños que sufren de cáncer y fue el único astro del béisbol que intervino en dos guerras, como aviador en los Marines en la Segunda Guerra Mundial y en Corea.

Williams, que vivía en Hernando, Florida, sufría de mala salud. Tuvo dos derrames cerebrales en la última década y aumento de la frecuencia cardiaca e hipertesión arterial. Pero pudo superar sus dolencias, demostrando la entereza que le carecterizó en su carrera profesional.

Falleció a los 83 años de edad, el viernes 5 de julio del 2002 a las 8:49, de un paro cardiaco en el Citrus Memorial Hospital de Inverness Florida.

Total de su carrera:

AVG G AB R H 2B 3B HR RBI BB SO
.344 2292 7706 1798 2654 525 71 521 1839 2019 709

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