Esa puerta , nunca estuvo cerrada para mi.
Cuantas veces entre,
cuantas veces la traspasé,
pero tu no te distes cuenta,
no, estabas metido en tus sueños,
y no me vistes entrar.
Tu dormido sonreías,
eran mis caricias
que al pasar por tu cara,
tu me respondías.
Nunca me quedé afuera,
Siempre del portal adentro.
Y si no quien te iba a cuidar.
Quién iba a velar tu sueño,
y quien te iba a saludar,
cuando el amanecer me sorprendía.
Nunca tu puerta se cerró,
Porque era yo ,la que la abría.
Y siempre estará abierta,
en éste corazón que late cada día.
Late muy fuerte,
cuando traspaso,
esa puerta querida.
16/02/02
Autor de ésta página María Cristina
Argentina - Buenos Aires
Estás escuchando : La Puerta