Andrés Carrasco./Granada. Publicada en IDEAL 19-XII-2005.
Sr. Director de IDEAL: Estos días el POTA está en boca de todos. Se ha presentado un Plan Territorial tan injusto que aparecen nuevas voces que hablan sobre la idea olvidada del regionalismo de Andalucía Oriental. Durante muchas décadas del siglo XIX y principios del XX hubo una corriente política genuinamente granadina que tenía una visión de Andalucía dividida en dos regiones diferenciadas: Andalucía Occidental o Baja Andalucía y Andalucía Oriental o Alta Andalucía. La Constitución Federal 'non nata' de 1873 reconocía en su título primero:
«Componen la Nación Española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias...».
En la II República, en la Asamblea de Córdoba de 1933, se discutió el Estatuto de Andalucía. Frente a los defensores de la idea de la Andalucía «de las ocho provincias» cuyo máximo líder fue el archiconocido Blas Infante, los representantes de los municipios, diputaciones, de todas las ideologías (PSOE, IR, CEDA) -algunos cruelmente asesinados por los falangistas a comienzos de la Guerra Civil- de las provincias de Granada, Almería y Jaén pusieron sobre el tapete la idea de la Mancomunidad de la Alta Andalucía , con capitalidad en Granada. Blas Infante, apoyado por las corporaciones de las provincias de Sevilla y Córdoba se opuso a los 'orientales', que abandonaron la asamblea. Los representantes de Málaga entonces guardaron silencio y no tomaron partido por ninguna postura. La Guerra Civil enterró ambas ideas.
Durante la Transición la idea de Andalucía Oriental renació de nuevo en Granada. Desde Sevilla la idea fue rápidamente tildada de antidemocrática y de reaccionaria frente a la idea de la Andalucía de las ocho provincias. El pueblo apoyó el Estatuto de Andalucía y con él se enterró -cuántas veces van ya- la idea de Andalucía Oriental. Sin embargo la Andalucía recién nacida vio cómo la capital volaba de Antequera a Sevilla. La idea de Andalucía que la mayoría de los andaluces apoyamos se alejó de Granada.
Tras 25 años de Estatuto de Andalucía es hora de reflexionar sobre el tema. ¿No es Andalucía una Comunidad Autónoma muy grande, invertebrada y con grandes desequilibrios internos? Es cierto que en estos 25 años se ha producido un crecimiento económico y la situación social ha mejorado, pero ¿no han aumentado los desequilibrios entre las dos regiones?
¿Representa la Junta de Andalucía los intereses de todos los andaluces por igual? No me refiero a los de los votantes del PSOE o del PP o de cualquier partido político. ¿Representa los intereses de los ciudadanos de todas las provincias de Andalucía por igual?
Hace días leía en IDEAL como el PSOE y el PP de Granada se unen frente al POTA, que prima claramente el eje Sevilla-Cádiz-Málaga. Los sistemas políticos deben buscar la solidaridad y el equilibrio entre zonas ricas y zonas pobres. Cuando un sistema en vez de corregir desequilibrios los aumenta debe cambiarse. Tal vez no sólo falle el POTA sino la idea de la Comunidad Autónoma de Andalucía. La idea de Andalucía Oriental ¿volverá a renacer?